Tras tanta espera, el equipo de Gerardo Martino brilló con buen juego y goles y enfrentará en la finalísima del sábado en Santiago al local Chile, que venció a Perú 2-1 en la primera semifinal el lunes.
Esta vez no hubo milagro paraguayo, como había ocurrido en el debut del certamen, cuando los guaraníes levantaron una desventaja de dos goles en el segundo tiempo y rescataron un empate.
Argentina quedó a un paso de su misión en Chile: poner fin a la sequía de 22 años sin títulos internacionales desde la Copa América Ecuador-1993, y borrar la amargura de la final del Mundial de Brasil-2014 perdida contra Alemania.