Ayer 7, la gloria para Roger Federer, hoy, la pena. En la final de Roland Garros, Rafael Nadal le dio una verdadera paliza con un 6-1, 6-3 y 6-0, en una hora y 47 minutos, siendo el match decisivo más rápido en la historia de este torneo. Además, Rafa ganó su cuarto París seguido, igualando la marca de Björn Borg.