En Wembley, Inglaterra y Alemania Federal disputaron la final de la Copa Jules Rimet. En el alargue, a los 101’, se produjo la eterna polémica del balompié: Geoff Hurst disparó, el balón golpeó en el horizontal y dio un bote en la línea. ¿Entró? Fue el 3-2 para el local que validó uno de los linesman. Cuatro a dos ganó Inglaterra.