En aguas del Pacífico, todos los jugadores y el cuerpo técnico de Alianza de Lima murieron al precipitarse el avión Fokker que los traía de vuelta a la capital peruana. Aciago capítulo del club más popular de su país, y para el deporte mundial, con el deceso de 43 vidas, entre ellas las de 16 futbolistas, seis miembros del cuerpo técnico, ocho seguidores y de tres árbitros.