Desde una exhibición montada en Río de Janeiro, fue robada por segunda vez la Copa Jules Rimet, la que ganó para siempre Brasil en México ’70. Luego de once años de búsqueda, la policía apresó a Sergio Pereira, líder de la banda que fundió el oro de la valiosa estatuilla de 55 centímetros y de 3.25 kilogramos. El trofeo jamás fue hallado.