Un FernandoGonzález apabullante pasó por Melbourne. Un cañón. El triple medallista olímpico, en su partido perfecto, ganó al alemán Tommy Haas en semifinales del Abierto australiano. Tras el 6-1, 6-3 y 6-1, Fernando enfrentó en la final al mejor de la historia: Federer. “Fue el mejor partido de mi carrera”, confiesa un educado y correctísimo Mano de Piedra, chileno que había sorteado a del Potro, Hewitt, Blake y Nadal.