Pelé anotó el gol más bello que se ha visto en el Maracaná. El “10” del Santos eludió a seis rivales y con un suave toque batió a Castilho, arquero de Fluminense. Tras el golazo, el coloso de Río brindó al Rey una ovación de dos minutos. Esta obra maestra fue bautizada como el gol de placa: en los salones del estadio brilla una inscripción que conmemora la genialidad de O Rei.