Con un penal, el rugbista inglés Johnny Wilkinson sumó 1099 puntos, convirtiéndose en el máximo anotador de la historia del deporte de la ovalada en partidos oficiales. Wilko, en la derrota contra Escocia en Edimburgo por el Seis Naciones, anotó nueve, con los que superó los 1090 del galés Neil Jenkins.