Sin jugar una sola partida, el soviético Anatoly Karpov, de 23 años, se convirtió en el nuevo campeón mundial de ajedrez. El monarca reinante, Bobby Fisher, no se presentó al duelo luego de que la Federación Internacional no aceptara una de sus insólitas exigencias. A las 11 horas, en Ámsterdam, la FIDE despojó el cetro al estadounidense.